24/11 Port Douglas

Dormir en la selva es divertido. Bueno, dormir en un hotel en la selva. Y cagar ducharse casi en plena selva, también. Los sonidos, los olores, el calor, la humedad... La naturaleza conecta directamente con la esencia del ser humano. Somos animales.

Si el hotel es fantástico, a pesar de las 2 o 3 hormigas gigantes que se pasean por la cama, el desayuno ha sido fantástico. Nada de bacon, huevos, salchichas y todo eso que tan mal va para la salud y que tanto echo de menos. Té, zumo, una bandeja de frutas exóticas, yogur de coco, tostadas...

¿Qué fruta es ésta?







Después, paseíto hasta la playa de Cape Tribulation. Paradisíaco. No sé si no hay nadie porque esto está en el quinto pino (o palmera) o es porque no te puedes bañar, debido a los cocodrilos y las medusas. El bosque tropical llega hasta la playa. De hecho esta zona está tan llena de vida que prácticamente se junta con la Gran Barrera de Coral.

De allí parte una pequeña caminata a través de una pasarela. Está bien pensado esto de los boardwalk. Cierto es que le quita autenticidad a pasear por el bosque, pero a cambio caminas bien, es accesible a sillas de ruedas y el impacto ambiental es mínimo. Y es que de otra manera, sería impracticable.

Seguimos unos pocos kilómetros hacia el sur (sin conseguir ver cassowarys... Mucha señal de peligro, pero nada de nada) para otra caminata. Esta vez es la Dubuji Board Walk. Me declaro fan incondicional de caminar por la selva y empiezo a pensar como conseguiré convencer a Ingrid de que necesito un objetivo para macrofotografía. Nuestros consursantes en la edición de hoy de ¿Qué bicho es éste? son los siguientes:



















A comer. Qué no nos pase como ayer... Paramos en un chiringuito cuyo reclamo es la wild life, tienen por allí, sueltos, loros, cotorras y alguna serpiente. La hamburguesa, de ternera.



















A los cassowarys se les acaba el tiempo. Como no espabilen, nos iremos sin que nos vean... Ellos se lo pierden. Lo que no queremos perdernos nosotros es un heladito artesano. Yo escojo calabaza y canela y está razonablemente bueno. Sobretodo si te gusta la calabaza. También ayuda que te guste la canela, claro.







¿Qué pinta una fábrica de helado en mitad de la selva? Dar de comer a los guías turísticos, porque autobús que pasa, autobús que para. Y el sabor preferido del guía coincide sospechamente con la oferta del día...

Dejamos atrás Cape Tribulation. Una experiencia increíble. Volvemos a coger el ferry en dirección sur y encaramos hacia Port Douglas.

Port Douglas no parece tener gran cosa. Destaca (no sé porqué) una iglesia llamada St Mary's by the Sea. La traducción es Santa María del Mar, pero a mi me suena a Santa María by the face, ya ves. Es esa iglesia pequeñita a la izquierda de la foto, pero ya aprovecho a enseñaros esos precioso árboles rojos que hay por muchos sitios y que nos encantan y que tan bien le quedaría a mi suegro en el patio...







Junto a la iglesia hay una pequeña playita y un muelle donde hay gente pescando. Un lugar magnífico para ver la puesta de sol.







Una última foto para despedir el día...








Juan Carlos