23/11 Cape Tribulation

Hoy nos adentraremos por tres días en el Daintree National Park, antes de volver a Cairns.

Nuestra primera parada será en Mossman Gorge, donde veremos una parte de "rainforest" y del río que hay al lado. Ayer traduje "rainforest" como "bosque de la lluvia", pero creo que es más adecuado llamarlo "bosque húmedo".







El paseíto son casi 3km por un camino impresionante por mitad del bosque. Que más que bosque, es una selva, con lianas y todo. Y lo de húmedo es porque sales literalmente chorreando. Acaba de llover y dentro hay una temperatura elevada. Como por arriba (muy arriba) los árboles cierran con sus hojas casi por completo el cielo, dentro hay un contínuo vapor de agua. Me paso todo el camino con las gafas enteladas, como en una sauna.







El espectáculo de la naturaleza siempre es el más sorprendente, es increíble la cantidad de vegetación y de vida que hay aquí. Y las caprichosas formas de las raíces de los árboles.













Terminamos casi a la carrera porque tenemos reservada una excursión por el río Daintree para ver cocodrilos.







Te meten en un barquichuela y te dan un paseíto de una hora. Hemos escogido una compañía que lleva un barquito eléctrico y que dicen que no hace ruido y que es ecológico y no se qué. También te aseguran que si no ves ninguno, puedes subirte otro día. Como en la feria.







Vemos uno tumbado en una playita. Menos mal que se mueve un poco, porque pensaba que era uno de plástico puesto por la empresa. El guía va buscando con los prismáticos y nada de nada. De repente, señala a uno en el agua. Incluso avisa por radio a un barco de otra compañía. Es un tronco...







Nos explica la vida y milagros de los mangos silvestres y otras plantas del lugar. Nos lleva a una orillita donde se ven unos minicangrejitos (1cm aprox) monísimos que se esconden en el fango al acercarnos.







Y a mí me dan ganas de decirle que hemos venido a ver cocodrilos, que se deje de verduras y marisco y vamos al plato fuerte... Total, que parece que se intuye que a lo mejor hay quién sabe otro entre unas hierbas... y para casa.

A la salida, frente a la caseta, tienen una réplica de un cocodrilo a tamaño real en fibra de vidrio. Tirado en el suelo. Donde aparcas. En mitad de un descampado. Y cuando me acerco a hacerle una foto, sale el tío gilipollas ¡Y LO GUARDA! Y dice que "no photography". Me lo dices antes de embarcar y va a ir contigo tu puta madre... ¿Mi consejo? Evitar "Solar Whisper". Las demás hacen lo mismo y por el mismo precio...

A todo esto, no hemos comido. Cruzamos el río con el ferry y entramos de lleno en Cape Tribulation. Y aquí no hay tiendas ni restaurantes ni nada. Bueno, casi nada. Porque donde hay algo, ya han cerrado y hasta la cena, nada.

Pues nada, al hotel que nos vamos. Y ahí sí que flipamos. Está en mitad de la selva. El baño está en la parte de atrás de nuestra cabaña, al aire libre. O sea, en mitad del bosque húmedo. Hay una camino que va por mitad de la vegetación que el propietario ha ido llenando con estatuas, perfectamente integradas. Una maravilla. Está lleno de detalles y desde la cama hasta la lámpara del baño son de madera, hechas a mano. Sin duda un lugar genial para perderse y meditar por el bosque. Permitidme que os ponga unas cuantas fotos, entre ellas la del baño de nuestra habitación.






































Como no hemos comido más que unas galletas, nos acercamos a un ¿camping? cercano donde nos preparan unas pizzas de escándalo a un precio razonable, teniendo en cuenta que es o esto o un restaurante pijo. No hay más.







Cape Tribulation es naturaleza en estado puro. Hay animalillos por todas partes y hay que conducir con mucho cuidado. De momento, cero cassowarys. A ver mañana qué tal...

Juan Carlos