domingo, 29 de noviembre de 2015

26/11 Great Barrier Reef

Lo del otro día fue un ensayo. Hoy es el día en que nos bañaremos en la parte más importante y bonita de la Gran Barrera de Coral. Podré volver a demostrar todo lo que he aprendido en estos dos meses de piscina a tres días por semana. Gracias a mis compañeros de trabajo por cambiarme los turnos para no perder clases.

La publicidad aquí dice que es el único ser vivo que se ve desde el espacio (consideran el conjunto del coral como un sólo organismo). Siempre hay alguno que dice "como la Muralla China". Error. Porque la muralla NO se ve desde el espacio y tampoco está viva. Todo viene de un malentendido en el que alguien dijo que era tan grande que sólo se podría ver entera desde el espacio. Que no es lo mismo.







Toca madrugón, porque además estos no nos vienen a buscar al hotel y a las 7:30h hemos de estar en el puerto, a 20min andando.













Este barco está mucho mejor. Así, sí. Nos dan el equipamiento de snorkel, incluídas gafas graduadas. Lo del mono este... Señores organizadores de los tours: mono-faja. Ahí lo dejo. El que nos dan tiene guantes y capucha. ¿Tanto frío va a hacer? Sí, pero el traje es para las medusas.







Por el camino nos explican las diferentes clases de coral y de peces que podemos ver, que el coral es animal y vegetal al mismo tiempo y que la gran barrera tiene el tamaño de Alemania.

El barco se mueve muchísimo y voy al baño. No, a vomitar no. A mear. Aprovecho para hacer un experimento que me encargo Kim Palas... Buah, el agua gira hacia todos los lados. De todas maneras, que el agua gire al revés en este hemisferio es un bulo. El efecto Coriollis no es tan fuerte.

Una tacita de té y una muffin madalena con chocolate endulza el camino (unos 40km) hasta la primera parada: Michaelmas Cay. Un cayo de arena. Una islita de arena que no llegamos a pisar, porque un poco antes el barco para y toca ponerse el mono. Y toca ponerse vaselina en el bigote para evitar que entre los pelillos pase agua al interior de las gafas. Nos ponemos también las aletas. Esta vez sólo cojo un churro para ir más cómodo, aunque podría hacerlo sin nada. No cojo chaleco. ¿Quién dijo miedo?







No hay que pensárselo mucho, no por el miedo sino por el frío. Dos pasos y... estoy en el agua. Nadando. Joder, qué bonito es esto. De nuevo, gracias Albert y gracias Mireia por haber conseguido que aprenda a sobrevivir en el mar. O sea, a nadar.

¿Peces, dices? ¿De colores? ¡Pero si parece que estemos en una película de Disney! Un espectáculo fantástico. El coral es precioso, a pesar de que todo tiene un tono azulado. Los colores sólo se distinguen bien fotografiando con flash o corrigiendo la tonalidad con un filtro rojo/naranja. Pero es alucinante.


YouTube Video



De camino a la siguiente parada ponen un buffet que no está mal para comer. Tengo hambre, será por el miedo. O por nadar, no lo sé.

Llegamos a Hastings Reef. El punto anterior era en medio de la barrera de coral y el del otro día en la parte interna, la que da hacia tierra firme. Pero ahora vamos hacia el outer reef o la parte exterior, la que da a mar abierto. Mismo ritual y ... ¡al agua! Aquí hay más peces, más grandes y el coral varía mucho de profundidad. Desde 30cm hasta un montón de metros que habrían hecho escagarrinar a mi yo del pasado, el que no sabía nadar. Es como volar, además el oleaje acrecienta la sensación de flotar. En ocasiones tengo que forzar al cerebro a que piense que todo está bien y no me traicione, impidiéndome seguir.














Aquí el espectáculo ya es brutal. Los peces no muestran miedo si les dejas hacer y se acercan mucho. Si vas a por ellos, huyen. Son peces, no tontos.

Hay unas conchas enoooornes que impresionan mucho. Los guías me dicen que no, que aunque quedaría muy bien en el recibidor de casa para dejar las llaves, no puedo llevarme una a casa. Que si es Patrimonio de la Humanidad y no sé qué más. Que tiquismiquis...

Ingrid está como pez en el agua (sí, el chiste ya lo traía preparado). Da gusto verla disfrutar así. Sólo espero que no se acostumbre a verme en el mar... A ver si ahora va a ser todo playa y sol y arena y...

Después nos dan una vueltecita en otro barquito que deben dejar aparcado aquí por las noches. Les debe salir caro, porque todo esto es zona azul.... El barquito tiene el suelo de cristal y se puede ir viendo el coral. Bonito, sí. Pero ni punto de comparación con estar dentro...







La excursión se va acabando, ponemos rumbo a Australia (¿a que suena bien?) y nos sirven té y pastelitos. Creo que en cualquier momento me despertaré y todo esto será un sueño...






Al llegar a puerto nos está esperando María, de Cairns Unlimited. Tantos correos que he cruzado con ella, hacen que enseguida conectemos. Y es que María es... un encanto. Como persona es dulce, amable y hospitalaria. Como organizadora de viajes... bueno, a mí me pareció que nos lo organizaba una amiga. Nos dió mil consejos y le pedimos mil cambios. No sólo no nos cobró nada (es la empresa del tour la que paga comisión) sino que además nos consiguió una cámara acuática. No lo dudes: si vas a Australia y necesitas excursiones, coches u hoteles, habla con María.







Nos acerca con su coche hasta un centro comercial próximo. Nos despedimos y nos abrazamos como si uno de los dos se marchara a la mili. ¡Qué encanto de mujer!

En el centro comercial retomo una de mis pasiones (cuando viajo por USA): camisetas baratas. Encuentro varias de Star Wars a buen precio y claro... No puedo resistirme. Aprovechamos para cenar en el centro comercial, mañana sale nuestro avión a las 7:30h y... ¡Espera! ¿Cómo vamos al aeropuerto? Hay un servicio de autobuses que te lleva, pero hay que reservar antes en el hotel y la recepción cierra en 10 minutos... No hay problema, conseguimos reservar vía web. Somos gen¡Espera! Si mañana salimos del hotel a las 5:30h y la recepción no abre hasta las 8h ¿cómo vamos a devolver la llave y cómo nos van a devolver el depósito?

La recepción cierra en 5 minutos, estamos esperando la cena que hemos encargado y estamos a 20min del hotel... ¡Mierda!

Probamos a llamar por teléfono al hotel y conseguimos -además de entendernos en inglés/australiano- que la chica nos espere los 20 minutos que tardaremos en llegar andando (y sin cenar). Llegamos y conseguimos arreglarlo. La chica del hotel, a la que hemos hecho plegar media hora tarde, nos recibe con una gran sonrisa y con ganas de ayudar. ¡Cuánto tenemos que aprender!

Preparamos las maletas y a dormir. Estoy tumbado en la cama y todo se mueve. El oleaje que había hoy pasa factura y me siento como si estuviera aún en el agua, meciéndome. Incluso noto las gafas que me apretan y el sabor a silicona del tubo. Ufff....



Juan Carlos

4 comentarios:

  1. Bonica la disfressa, hehehe, però necessària.
    Apa que si fas una mica més de curset podries fer la competència a en Phelps, hahahaha.
    Naltros també vam provar lo de l'aigua a l'Argentina i tampoc ho vam veure. On sí sembla que passa és exactament a la línea de l'ecuador.
    Espectacular.
    Prenem nota de la Maria, hehehe
    No tindries un matalàs d'aigua al llit i per això la sensació de seguir a l'aigua?, hahaha
    Ramon i Lluïsa

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  2. Un ole gegant per tu... Que la teva gran primera experiencia al mar sigui en un paisatge tan espectacular te que posar la pell de gallina! Quina enveja sanota que heu donat avui. Que tal de preu les samarretes per les antipodes? Igual que a USA? ;-)

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  3. Així que gira l'aigua gira igual? Quina decepció. Tenim que apendre molt d'altres llocs. Amb el neoprè esteu impresionants.

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  4. Guauuuuu... No sé per on començar.
    1er. que esteu guapíssim amb el traje... jejejej
    2n. Impressionant el vídeo. Era com si estigués a l'aigua amb vosaltres
    3r. M'ha encantat el teu comentari sobre la Ingrid... està disfrutant molt...però tú.... molt bé per fer l'esforç de compartir aquesta experiència amb ella treballant durant 2 mesos per aprendre a nedar ... Ets increible. (un altre no s'hagués ficat a l'aigua...)
    4t... QUE US ESTIMO MOLT!!!

    Carol

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