30/11 Sydney II

Primer día en Sydney. No sé bien que haremos, porque a pesar de tenerlo en la guía esta parte la ha preparado Ingrid.

Bajamos a desayunar al bar de abajo, que comunica por una escalera con el hotel ya que el desayuno va incluído.







Tiene mejor pinta que sabor pero no está mal del todo. Mejor así porque es lo que tenemos para los próximos días.

Entre rehacer las maletas un poco y, sobretodo, publicar los últimos posts, salimos del hotel tardísimo... pero estamos de vacaciones y los últimos días hemos madrugado mucho.

Cojemos el metro en una nueva aventura de "¿cómo se coje este metro?". Que si la tarjeta se compra fuera, que si se recarga, que si para cuantos días, que si pagas por trayecto o por tiempo y, por si fuera poco, tienes que marcar al entrar y al salir...







Nuestra primera parada es en un hospital. Tranquilos, estamos perfectamente. Es que en la puerta hay un viejo conocido nuestro de... tendréis que mirar el post de Ingrid para saberlo.







Al ladito está la iglesia de St.Mary. La fachada cuesta de ver a contraluz, pero en la foto hay otros 3 objetos escondidos: un árbol de Navidad, un pesebre y una novia. ¿Los ves?







Junto a esto, el Hyde Park. Hay un rincón donde las partidas de ajedrez son comentadas por todos los presentes. Me pregunto si nuestro equivalente sería el botellón...







¡Un momento! ¿Qué figura es esa?







Se nota que Sydney es una de las ciudades con más calidad de vida del mundo. Está limpia, es bonita, la gente es amable, hace buen clima, es segura...

A partir de aquí, variamos la ruta prevista y exploramos un poco. Encontramos unos grandes almacenes con un apartado de comida y allí comemos.













Los postres... ¡Ay, los postres!







Para el café bajamos una planta, hasta tienda Nespresso, donde nos dejan probar (gratis) esos sabores nuevos que taaaanto nos interesan...







Estamos en la city. Aquí le llaman así al centro de la ciudad. Aquí están todas las tiendas de marcas muy caras, y alguno que por menos de lo questa la etiqueta de un bolso de estos, se pasa el día de rodillas.







Otro centro comercial cercano, precioso para pasear es The Strand. Vemos una barbería estupenda y pienso en que me hace falta un afeita40EUROS?!? Venga, va...







Paseando, paseando y como el que no quiere la cosa, llegamos a un símbolo. La Ópera. No sé que dicen de unas velas de barco... a mi me parecen platos secándose...







Ingrid está emocionadísima de ver la Ópera y yo emocionadísimo de verla feliz.

Al ladito está el puente. Debajo algún restaurante y mucha gente de tiros largos entrando a la función de la tarde.







Queríamos hacer una visita al puente, pero ya no me quedan riñones para vender. El plato fuerte era subir POR el puente. Caminando. Hasta arriba. Aquí lo tenéis ampliado.







El sol va cayendo. Parece que refresca. O será que hemos pasado del desierto central a la costa sur y aún no nos hemos aclimatado... Deshacemos nuestros pasos y encontramos el espéctaculo navideño del centro comercial.







Se hace raro esto de ver árboles de Navidad en manga corta... Muy raro...







Mis pies ya empiezan a no poder más... Al final del día habremos caminado más de 12km. Se nos ha hecho tarde y ya está todo cerrado para cenar. Por suerte, junto al hotel hay un Coles, un supermercado que abren de 7 de la mañana a 12 de la noche (¡olé!) y hacemos avituallamiento, incluyendo la cena y cosas básicas como agua o algunos dulces...

Juan Carlos