5/12 Great Ocean Road I

Hoy comenzamos la Great Ocean Road, en adelante GOR. Esta es una carretera que va bordeando la costa y donde hay unos paisajes preciosos. O eso dicen, vamos a comprobarlo que yo soy muy desconfiado.

La primera parada es en Bells Beach. Aquí sí que hay surfistas. Y eso que está nublado y hace frío. Estoy empezando a asimilar el surf con el frío y la Navidad con el calor. Ya entiendo lo de que los australianos van al revés...







Más adelante encontramos otra playa, esta totalmente vacía. Aquí no cubre hasta que llegas al Cabo de Gata y además hay marea baja, así que la arena mojada refleja las nubes...







Durante el camino, la carretera va bordeando la costa y vamos parando en los miradores que encontramos. No os aburriré con los nombre de cada cala, sólo disfrutad con los colores imposibles del mar y las rocas.



















Visitamos un faro. Lo visitamos por fuera, porque por subir te cobran un pastón. Igual que lo que te cobran en la casita de al lado del faro por un minibocadillito... Es la ley de la oferta y la demanda.


























Dejamos por un momento la costa y nos adentramos en busca de las Erskin Falls, una pequeña cascada que, esta vez sí, lleva agua. Y gente. ¿Por qué están todos aquí y no es la costa, con lo grande que es?







Para hoy sólo nos habíamos programado hacer algo más de 100km, porque queríamos hacer paradas con calma.

Por eso y porque uno de los últimos puntos en la lista es Kennet River.

Kennet River es un río. O eso creo, porque no lo vimos. Lo interesante es el camino que va paralelo al parking de caravanas, que atraviesa un bosque de eucaliptos. Y en los eucaliptos hay... ¡koalas! Muchos. En un par de kilómetros llegamos a ver tantos que casi hasta me aburro de verlos. La lástima es que los árboles son altos y cuesta sacar alguna buena foto.













Pero no sólo de koalas vive el viajero australiano. También de ¿Qué bicho es éste?













Encontramos un árbol lleno de loros que te vienen a comer a la mano. No son koalas, pero tienen unos colores tan bonitos...







Viajar en coche (no ir de un punto a otro, sino viajar) siempre te depara sorpresas. Vemos una pequeña cala y nos llaman la atención las columnas con piedras que tiene.













Lo mejor del día aún estaba por venir. ¿Recordais esos rombos amarillos con un koala negro que se ve por la carretera? ¡Son señales!

Y significan que vayas con cuidado, que te puedes encontrar uno. Y, efectivamente, nos lo encontramos. Por suerte no pasaban coches en el rato que necesitó para cruzar al otro lado. Por suerte también, llevábamos una ramita de eucalipto que le sirvió para comerse dos o tres hojitas antes de esconderse entre los árboles del otro lado. Creo que esta será la mejor foto de todo el viaje...







Juan Carlos